miércoles, junio 08, 2011

Niñas perdidos contra la adultocracia

Mucho antes de que comenzaran los tiempos
de que empezaran a enumerarse los tiempos
ya lo teníamos todo

todo aquello que ahora parece imposible
increible
inimaginable
serpenteaba por entre nosotras
como sabiduría remota y perdida

todos los secretos de tu vientre
una caricia desgarradora y mezquina:
la noche en la que los Padres se alzaron
contra la libretad de nuestra corazonada silvestre

la noche oscura de la masacre
cuando a las niñas se les sentenció a someterse
cuando a las madres se les condenó a la dolor del parto
cuando la serpiente fue remitida al infierno

la maldición bíblica de la masacre
toda una cultura silenciando el cuerpo
el velo ignorante sobre las generaciones
durmientes sobre su propia fuerza

la medicina como control del cuerpo
la ginecología como autoridad indiscutible
en cambio, los ciclos naturales
como burdas herejías anticuadas
atentando contra los milagros del progreso

y es que nada puedes saber tú de ti misma
simple y tonta mujer ciega
triste remedo del hombre poderoso

y sin embargo nada hemos perdido
en lo más profundo y cálido de la memoria de la carne
el vientre que aún alberga toda la vida humana
la serpiente todavia danza

nuestros cuerpos aún nos pertenecen
ingobernables y misteriosos
podemos hacer de esta vida nuestra fiesta
y de nuestros nacimientos
todos los orgasmos que nos debemos

Niñas perdidos contra la adultocracia.

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